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Iniciacion a la jardinería y horticultura vegana

Más personas de lo que se piensa tienen opción de practicar la jardinería y/o la horticultura, en el caserío, en una huerta, en el terreno del chalet, en parcelas traseras de casas adosadas, en terrazas de pisos, ventanales, etc. etc., y de hecho, muchas ya lo hacen, individualmente, colectivamente o en familia, incluso con los más pequeños. Ya sea por hobby, terapia, autoabastecimiento, recurso en momentos de crisis, etc., actualmente la jardinería y la horticultura están en pleno auge. Pero ¿se hace de manera ética, responsable, ecológica, saludable, sostenible?

Como vegano/a evitas usar productos animales o explotar animales en todos los aspectos de tu vida: alimentos, ropa, cosméticos, artículos para el hogar, entretenimiento, etc. Entonces, ¿debiera ser diferente lo relacionado con la jardinería? Evidentemente, no.

De la misma manera que somos más conscientes de que nuestra elección de alimentos, prendas de vestir, productos de belleza y hábitos domésticos tienen un efecto beneficioso  en los animales, también nos daremos cuenta que la jardinería vegana es una actividad beneficiosa tanto para quien la practica como para el resto de animales, teniendo además en tus propias manos la oportunidad de mejorar la vida silvestre del entorno.

¿Cuáles son los principios básicos de la jardinería vegana? Estos son unos simples apuntes para iniciarse en el tema, o para transformar tu jardinería convencional a una jardinería más ética, o para animarte a aportar tu granito de arena en mejorar la vida silvestre de tu entorno, desde una perspectiva vegana, no pretendiendo ser un tratado de jardinería sobre diferentes variedades de plantas, flores, árboles, etc.

¿Qué es la jardinería vegana?

El uso de productos de origen animal es común en la jardinería convencional, desde estiércol (generalmente desechos de animales) hasta fertilizantes (que pueden incluir harina de sangre, harina de huesos, desechos de matadero, restos de pescado, otros derivados animales), así como pesticidas o aerosoles tóxicos que dañan y matan a los insectos y otros animales.

«El léxico del jardinero convencional es de insectos, plagas, invasores, y su obsesión es controlar la naturaleza para contener la vida silvestre que amenaza su producción. Yo diría que hagas que tu jardín sea lo opuesto a ésto: setos, pasto largo, áreas silvestres, diversidad, estar libre de químicos, cubrirse, no cavar y usar materia orgánica vegetal. El jardín debe dejarse solo, con muchos lugares de anidación. Si tienes que matar a un animal para cultivar una planta, sacrifica la planta« (Matthew Appleby, periodista de jardines y autor de The Super Organic Gardener).

La jardinería vegana, esencialmente, se enfoca en cultivar de manera limpia y ética,  mientras protege a los animales del entorno y sus hábitats, además de cuidar el medio ambiente. También significa abrazar, en lugar de matar, la vida silvestre (incluidos los animales mal considerados por los humanos: insectos, babosas, etc.), sacrificar algunos cultivos y hacer su propio abono. Promueve el crecimiento de las plantas sin la explotación de ningún animal, ni uso de derivados animales, evitando el uso de pesticidas y plagicidas que acaban con la vida de muchos de ellos. Es una forma más ética, segura, saludable y sostenible de cultivar alimentos, flores, árboles, etc.

¿Vegana? o ¿Vegánica (vegana + ecológica)?

«Vegánico» es una combinación de dos palabras «vegano» y «orgánico» (ecológico). Es una garantía de que los alimentos y las plantas se cultivan de manera vegana y ecológica, con sólo fertilizantes a base de plantas, lo que fomenta la biodiversidad funcional, por lo que los pesticidas no son necesarios. Sin productos químicos, sin OGM, y sin explotación animal ni subproductos animales en ninguna parte de la cadena de producción. [+]

Como veganos/as, la jardinería u horticultura vegana es lo mínimo que nos debemos exigir y prácticar, anteponiendo la eliminación de cualquier técnica o material que suponga explotación animal a cualquier otra técnica o material que se pueda aplicar en la jardinería / horticultura convencional (así como en la agricultura en general). Partiendo de esta base, si además utilizamos técnicas y materiales de procedimientos ecológicos compatibles con lo anterior, pues tanto mejor para los animales, para nosotros y para el entorno.

Si bien la jardinería vegana y la jardinería ecológica tienen distintas técnicas y diferentes objetivos, también tienen puntos coincidentes y puntos complementarios, por lo que en este tema perfectamente pueden (y debieran) ir de la mano, con la finalidad de proporcionar mayor protección para los animales y también para sus habitats.

Estas son algunas de las técnicas coincidentes y/o complementarias:

  • Potenciación y mantenimiento de la biodiversidad
  • Abonos vegetales. Compost casero vegetal. Negativa a utilizar fertilizantes químicos artificiales.
  • Plantación de especies resistentes a ataques para obtener un control natural: por ejemplo, algunas plantas aromáticas.
  • Favorecer el asentamiento de pequeños insectos y  animales (mariquitas, ciempiés, lombrices, y otros) que ayudan a controlar plagas, mejorar el suelo, polinizar, etc.
  • Uso racional del agua. Depósitos de agua de lluvia, etc.
  • Plantar especies de plantas que sirven de alimento para insectos y fomentar así la vida silvestre (nidos y bebederos para pájaros, etc.)
  • Reutilización de restos de podas, césped, lechuga, col, naranjas… Pueden servir para crear extractos vegetales y de ahí crear abono para huertos
  • Utilización de plantas autóctonas ya que requieren de menos mantenimiento puesto que están habituadas a las condiciones de lluvia y del suelo
  • Agrupar las plantas según las especies para no dedicar más agua a zonas donde no se necesita
  • Plantar las variedades con más necesidad de agua en los bordes del césped
  • Técnicas de acolchado del suelo, mallas, plantas tapizantes, etc. para evitar malas hierbas y ahorrar agua.
  • Etc.

Por otra parte, en el pensamiento colectivo todavía persiste la idea de que el estiércol animal es esencial para el rendimiento de las plantas, flores y cultivos (técnica que también se utiliza en la práctica ecológica como abono natural). Pero el argumento de que necesitamos estiércol animal para los cultivos simplemente no se sostiene. Además de que exite su equivalente vegetal, con los animales hay muchos costes adicionales, como cercas, edificios, suministro de agua, además de todas las facturas de burocracia y veterinarios. Los animales usan energía, producen metano y una gran cantidad de desechos y necesitan alimento adicional, como soja, granos u otros cultivos, por lo que anula todo objetivo de mantenerlos para obtener su estiércol con el fin de utilizarlo en los cultivos.

De hecho, no se necesita abono animal para cultivar frutas, verduras y demás plantas, y varias organizaciones lo han demostrado durante años. Vegan Organic Network es una de ellas y alienta a los/as jardineros/as y productores comerciales a que se hagan veganos/as, y abogan por una jardinería o agricultura «vegánica» (vegana+orgánica) [+], es decir, prácticas agrícolas, alimentos, y otros productos, desarrollados simultáneamente de manera vegana y ecológica (sin pesticidas, ni transgénicos, ni productos y aerosoles químicos artificiales, etc., y sin la explotación de animales ni la utilización de insumos animales: estiércol de ganado, purines, y restos de animales de los mataderos, etc.).

Los procedimientos agrícolas veganos  y ecológicos utilizan considerablemente menos terreno que los sistemas dependientes del ganado, menos agua, tienen una huella de carbono mucho menor y menores requisitos de energía, además de no explotar animales, obviamente, siendo una forma saludable y segura de cultivar alimentos, ya que evita por completo la propagación de enfermedades que son endémicas en las instalaciones de producción animal intensiva.

La implementación de técnicas de la agricultura ecológica que sean compatibles con los principios del veganismo sería una ventaja extra en la practica ética de la jardinería y horticultura vegana, haciéndola todavía más sostenible y saludable, con mayores beneficios tanto para el jardín como para la vida silvestre del entorno, siendo también más satisfactorio por el trabajo realizado y los resultados obtenidos.

Una jardinería y/o horticultura y/o agricultura vegana y ecológica («vegánica» o «ecovegana») es el futuro, cada vez más personas se están dando cuenta de ello, y puede comenzar en tu jardín hoy mismo! Dale una oportunidad.

LO QUE NO SE UTILIZA

En la jardinería vegana, así como en la horticultura vegana, la agricultura vegana y en las granjas veganas (obviamente, granjas agrícolas, sin animales no humanos), se emplean métodos que NO utilizan productos o derivados animales, tales como la sangre, peces, harina de hueso, heces, lodo de mataderos u otras materias de origen animal, debido a que la producción de estos materiales ejerce un daño directo sobre los animales o lleva asociada su explotación y, en consecuencia el sufrimiento de los mismos. Algunos de estos materiales son subproductos de cría de animales, creados durante el proceso de explotación de animales para la producción de carne, leche, pieles, entretenimiento, trabajos forzados o compañía; la venta de subproductos disminuye los gastos y aumenta los beneficios de quienes se dedican a la cría de animales y, por lo tanto, el consumo de éstos contribuye a apoyar la industria de la cría de animales, cosa que la mayoría de los/as veganos/as encuentran completamente inaceptable.

En la jardinería vegana, TAMPOCO se utilizan insecticidas, plaguicidas o pesticidas que maten o dañen a los animales no humanos, ni plantas modificadas genéticamente para el mismo fín, sino productos y técnicas que los ahuyenten, y/o técnicas de protección y fortalecimiento de las plantas (vitaminas, etc.), ni tampoco herbicidas o productos químicos artificiales utilizados para acabar con maleza o hierbas no deseadas, pero que también perjudican a los animales del entorno. Así que deshazte de todos ellos! (por supuesto, de manera segura para tí y para los animales).

En 2017, una investigación publicada en la revista Science mostró cómo los insecticidas y plaguicidas no solo dañan las colonias de abejas, mariposas, así como a todo tipo de otros polinizadores, sino que contaminan paisajes enteros con un ‘efecto cóctel’ de diferentes pesticidas. Apoyar a las granjas ecológicas y veganas es una excelente manera de abordar el tema a gran escala, pero también puedes ayudar eliminando reduciendo el uso de estos productos en tu propio jardín.

Los cardos y las malas hierbas no deseadas pueden causarle a más de un/a jardinero/a una repentina ola de irritación, pero en lugar de agarrar la botella de productos químicos más cercana, busca la opción más ecológica: tu paleta de jardín.

El uso de pesticidas y herbicidas en tu jardín puede ser funcional para tu propósito, pero estos químicos alterarán la salud del microsistema de tu suelo. Piensa cuántos insectos y pequeños animalillos serán dañados y envenenados por esos productos químicos artificiales, sin mencionar los insectos que deambulan libremente en el área del terreno ahora tóxico.

Los mamíferos, las aves, y demás animales (erizos, tritones, sapos, etc.) que se alimentan de estos insectos, en el mejor de los casos, veran mermados su reserva de alimentos para consumir, y pueden que se alejen de tu jardín en busca de fuentes alternativas de alimentos; pero en el resto de los casos, morirán al ingerir el veneno diréctamente o al ingerir insectos y otros animalillos envenenados. Piensa, si cada hogar utiliza estas prácticas para tratar las malezas, y los agricultores que nos rodean hacen lo mismo …

Las plagas en el jardín son inevitables y, para ser sinceros, es tanto su espacio como el tuyo. Debes asumirlo y minimizar su impacto plantando cultivos adicionales (o ‘sacrificables’) como lechugas que las plagas puedan comer en lugar de tus plantas más preciadas.

LO QUE SE UTILIZA

En la jardinería vegana se utilizan productos sin ingredientes ni componentes de origen animal y obtenidos sin explotación animal, así como productos animal friendly (productos que no dañen ni maten a los animales). En lugar de pesticidas, plaguicidas y similares, se utilizan disuasores, ahuyentadores,… (espantapájaros, objetos disuasores, vallas, olores, etc), y vitaminas y minerales para fortalecer a las plantas frente a ataques, etc.

La fertilidad de la tierra se mantiene mediante el compost vegetal, abonos verdes, rotación de cultivos, mantillos y cualquier otro método que sea sostenible, ecológicamente viable y que no dependa de la explotación animal (de vez en cuando, también se utilizan yeso, cal, dolomita, fósforo de roca, potasa de roca y polvo de roca, pero se hace todo lo posible para no depender de estos materiales, ya que son recursos no renovables). Esto asegurará la fertilidad a largo plazo y alimentos saludables para ésta y las futuras generaciones.

Los fertilizantes y acondicionadores del suelo que son veganos y ecológicamente sostenibles incluyen cenizas de madera, mantillo de heno, material orgánico compostado (cáscaras de frutas / vegetales, hojas y pasto), abonos verdes / cultivos de cobertura que fijan nitrógeno (trébol, habas, frijoles, lupinos y alfalfa), algas (líquidas, harinas o frescas) para oligoelementos y alimentos líquidos (como consuelda u ortigas). Los bordes de caléndula ayudan a evitar ciertos insectos y también mejoran el suelo a través de su sistema de raíces.

Técnicas y productos que se utilizan en la jardinería vegana:

– Abonos Verdes
Los abonos verdes (o cultivos fijadores de nitrógeno) son plantas utilizadas como cobertura, específicamente cultivadas para ser mezcladas con el suelo. Las plantas que se pueden cultivar entre temporadas como cultivos de cobertura son de crecimiento rápido como la avena, el trigo, el centeno, la arveja o el trébol. Luego, se mezclan con el suelo del jardín a medida que se prepara para la próxima plantación. Los cultivos de abono verde se absorven y usan nutrientes del suelo que de otro modo podrían perderse por lixiviación, luego los devuelven al suelo cuando se cultivan. Además, mejoran el suelo y evitan la erosión a través de sus sistemas de raíces. Los cultivos fijadores de nitrógeno, como los guisantes, algarroba, el trébol carmesí y las habas, enriquecen el suelo con nitrógeno a medida que se mezclan con él y se descomponen. Los cultivos de cobertura también evitan que las malezas crezcan durante el otoño y el invierno, además de atraer insectos beneficiosos.

– Materia orgánica vegetal compostada (Compost vegetal)
En la jardinería vegana se evitará los compost y los fertilizantes comprados en la tienda que a menudo contienen productos de origen animal como sangre, pescado y huesos, que se extraen directamente de restos del matadero. En su lugar, es mejor producir su propio suelo orgánico rico en nutrientes con un contenedor de compost colocado en el rincón más cálido del jardín, utilizando restos de cocina y desechos verdes llenos de nitrógeno.

Una pila de compost comprende desperdicios de alimentos no cocinados como cáscaras de frutas y vegetales, cubiertos con recortes de césped, hojas, periódicos viejos u otro material similar. El propósito es formar capas alternas de alimentos y material de cobertura, para permitir la oxigenación. Después de llenar el contenedor, se voltea la pila y se cubre con una estera de hierba o una lámina de plástico negro para crear calor y protegerlo de la lluvia. Después de un tiempo se voltea de nuevo, para llevar la parte inferior a la parte superior, y se cubre nuevamente. Después de 2-3 meses, según lo permita la temperatura y el clima local, el proceso de reciclaje natural se habrá completado y creando un suelo rico en vitaminas y nutrientes. Una ventaja extra es que puedes obtener algunas sorpresas del «auto-sembrado» de semillas provenentes de los restos orgánicos.

El compostaje es una forma fantástica de ayudar a aumentar la biodiversidad de sus espacios abiertos, al tiempo que reduce el desperdicio de alimentos. Tampoco hay que tener una papelera de compostaje gigante al aire libre. Ahora hay una variedad de contenedores de compostaje que se colocan por ejemplo en la parte superior de la cocina, sin olor, que son lo suficientemente pequeños como para proporcionar suficiente compost para una caja de ventana o jardín de balcón.

– Alimentos líquidos veganos
Con consuselda y ortiga. Llene un recipiente con esquejes de hierba, ortigas, hierba u hojas de consuelda. Cubra con agua a razón de una parte de preparación por tres partes de agua. Cubra el recipiente y déjelo de dos a cuatro semanas. Preferiblemente cuele (a través de una media vieja) las semillas de malezas y el material vegetal que bloqueará la boca de su regadera. El enriquecido líquido oscuro resultante está lleno de nutrientes. La consuelda proporciona una alimentación rica en potasa, mientras que la alimentación líquida con  ortigas se considera la mejor alimentación multipropósito.

– Capa de heno y de consuelda
Al cubrir el suelo con una capa de heno, el suelo se alimenta de materia orgánica a medida que el material se descompone. Además, evita que crezcan malezas y promueve el crecimiento de lombrices en el suelo. Se utiliza una capa de mantillo de heno muy gruesa para cubrir los jardines durante el invierno. Por otro lado, las hojas de consuelda se pueden usar como mantillo debajo de tomates, pepinos y árboles frutales para la liberación lenta de nutrientes.

– Humus de gusanos vegano
Ayuda a restablecer las poblaciones de gusanos naturales en su jardín proporcionando el hábitat adecuado para atraerlos. Las poblaciones naturales de gusanos/lombrices adores adoran los ambientes húmedos, fríos y oscuros (como debajo de una gruesa capa de mantillo de heno o una estera de hierba o una lámina de plástico negra) y se reproducirán de manera óptima en estas condiciones. El humus de gusanos son una fuente rica y completamente natural de materia orgánica, rica en nutrientes y capaz de retener mucha humedad. Se sabe que la vida vegetal se beneficia enormemente del humus de lombrices de tierra. Aumentan la fertilidad y mejoran la estructura del suelo.

– Algas
Las algas proporcionan oligoelementos. Se prefiere usar algas marinas recién cosechadas del mar, en lugar de las secas y agotadas algas depositadas sobre la arena de las playas. Algunos jardineros orgánicos veganos usan harina de algas marinas o espirulina a granel, que proporcionan oligoelementos y potasa, y para aumentar el contenido de yodo de sus verduras, un mineral importante que a menudo falta en la dieta humana.

– Cal
La misión principal de la cal en la jardinería es hacer que el suelo sea menos ácido, también conocido como aumentar el nivel de pH o ‘hacer que el suelo sea más dulce’. Para la mayoría de las plantas, el crecimiento óptimo se logra a pH neutro. Puedes analizar tu suelo y ver si es alcalino o ácido. La cal también proporciona magnesio y calcio al suelo. El calcio promueve el crecimiento de las plantas y también ayuda a que otros nutrientes se absorban adecuadamente. Además, la cal se puede utilizar para romper el suelo arcilloso pesado.

– Yeso
Sulfato de calcio hidratado. El yeso también proporciona más calcio al suelo, pero a diferencia de la cal, enriquece el suelo sin aumentar el nivel de pH.

– EM Bokashi
Bokashi es un término japonés para «materia orgánica fermentada». EM significa Microorganismos efectivos y comprende cultivos mixtos de microorganismos beneficiosos que se producen de forma natural, como la levadura, las bacterias del ácido láctico, los actinomicetos y las bacterias fotosintéticas. Es un material basado en salvado, que ha sido fermentado con concentrado líquido EM y se ha secado para su almacenamiento. Cuando se agrega al compost, ayuda con la fermentación de la materia orgánica. EM Bokashi debe guardarse en un lugar cálido, seco y oscuro.

– Neem
Neem tiene una larga historia en la agricultura india, donde se le conoce como el árbol de las maravillas, y se ha utilizado como el mejor repelente natural de plagas y fertilizante orgánico con propiedades de esterilización de insectos.

– Arena verde
Utilizada para enmendar y fertilizar el suelo, la arena verde se extrae de depósitos minerales que provienen del fondo del océano. Es naturalmente rico en potasa, así como magnesio, hierro, sílice y hasta otros treinta minerales traza. También se puede utilizar para aligerar suelos arcillosos pesados. Aunque es tan consistente como la arena normal, puede absorber diez veces más humedad.

– Sales de Epsom
Una excelente fuente de magnesio.

– Harina de semillas de lino, harina de alfalfa, harina de soja, harina de semilla de algodón
Fuentes de nitrógeno

– Dolomita
La fuente preferida de magnesio y calcio, la dolomita es un polvo fino de roca.

– Polvos de roca
El polvo de roca (harina de piedra) se usa principalmente para remineralizar el suelo agotado (de las prácticas agrícolas e industriales). Libera lentamente minerales en el suelo y puede aplicarse directamente, combinado con otros fertilizantes, o como parte del compost. Tiene un efecto altamente estimulante de la actividad microbiana.

– Potasa de roca
Potasio o ceniza de madera. El potasio es un nutriente esencial que promueve el crecimiento de flores y frutos y ayuda al «endurecimiento» del follaje para que sea menos propenso a las enfermedades. La potasa de roca actúa muy lentamente. La liberación se lleva a cabo a medida que se desgasta, un proceso que puede llevar años. Se usa durante la preparación del suelo antes de plantar.

– Fosfato de roca vegana
Las plantas y los animales necesitan fósforo para prosperar. Se extrae como roca de fosfato, que se formó como fosforita, una forma de fosfato de calcio creado en los océanos. La apatita es el mineral más abundante en la roca de fosfato.
(Nota: Es importante conocer la procedencia de estos fosfatos (fosfato de calcio o fosfato tricálcico), ya que también se extraen de huesos de animales o de la misma leche animal, por lo que estos fosfatos o los productos/fertilizantes que los contienen no son productos veganos. Por otra parte, la extracción  de fosfato de roca a través de minería en franjas, produce cantidades masivas de subproductos tóxicos y devasta los hábitats de animales y plantas, sin mencionar el hecho de que muchas operaciones mineras involucran prácticas laborales y condiciones de trabajo injustas).

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Comienza en casa

No importa si vives en una ciudad o tienes un área de jardín restringida, es un error pensar que no hay nada que puedas hacer para marcar la diferencia. Si hay una repisa o un alféizar, hay una oportunidad. Todos/as poseemos una capacidad sin explotar para mantener nuestra fauna local. Cualquiera que sea tu espacio al aire libre o tu nivel de experiencia en jardinería, la restauración de la naturaleza comienza en el hogar y es más simple de lo que piensas.

Trabaja con tu espacio. Crear biodiversidad en un balcón o ventana puede parecer un desafío, así que es esencial utilizar de manera inteligente tu espacio disponible. Usa el espacio vertical en tu balcón plantando plantas trepadoras y arbustos, y creando cajas de plantación de varias capas. Incluso puedes usar cestas colgantes y adjuntar una caja para pájaros a tu pared exterior. Con cajas de ventana, la diversidad es la clave. Planta estratégicamente, usando flores que florezcan en diferentes épocas del año y hierbas de hoja perenne.

Construye un refugio seguro para la vida silvestre en tu jardín.

Tanto si vives en el campo, pueblo o en una ciudad, es probable que la vida silvestre utilice tu espacio exterior como un refugio seguro. El declive de las abejas es un problema global y sólo en Europa su disminución es de hasta el 53%, pero algo tan simple como un ladrillo puede darles a estos insectos el refugio que necesitan desesperadamente. Así mismo, en Europa las variedades de lepidópteros que habitan en ambientes abiertos han disminuido un 50% en las dos últimas décadas.

En parte, podemos atribuir estas pérdidas de vida silvestre a una reducción en el hábitat natural, como los setos rurales y praderas. Otros culpables del declive incluyen las prácticas de cultivo masivo y el uso de pesticidas, con la introducción de carreteras y redes de transporte en todo nuestro campo que interrumpen los mapas migratorios naturales de algunas de las variedades de vida silvestre.

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Estamos alienando a la fauna local a través de nuestros modernos ‘desarrollos’ humanos. Si bien es posible que no tengamos voz en la devastación a escala gubernamental de los ecosistemas, podemos hacer más que simplemente sentarnos y sucumbir a la destrucción que nos rodea. Es hora de organizar un renacimiento de la vida silvestre, desde la comodidad de tu patio trasero, balcón y ventanales.

Parece imposible imaginar un mundo sin abejas y mariposas, pero un estudio reciente sugiere que el 40 por ciento de las variedades de insectos a nivel mundial están disminuyendo y un tercio está en peligro de extinción. Los insectos son la piedra angular de nuestros ecosistemas y son responsables del 70% de los cultivos que comemos, entonces, ¿qué podemos hacer para detener su declive?

Como veganos, ya estamos aliviando la presión sobre los polinizadores al reducir la demanda mundial de cultivos intensivos destinados a la producción de carne y lácteos, pero una de las formas más fáciles de tomar medidas adicionales comienza en tu propio jardín. Los jardines privados cubren un área más grande que todas las reservas naturales combinadas. ¿Te imaginas lo saludables serían nuestros ecosistemas si transformamos nuestros jardines en refugios de vida silvestre? ¡El poder está en nuestras manos! Esta temporada, intenta dedicar unas horas para crear tu propio santuario de jardín para la vida silvestre.

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Intenta mantener un área de césped sin mantenimiento y espera a que prosperen los insectos. Los límites exteriores llenos de arbustos y plantas con flores pueden dar refugio a los animales pequeños y proporcionar a las mariposas, pájaros y abejas alimentos ricos en néctar.

Las mariposas son criaturas de sangre fría que obtienen su calor del sol. Si desea que su jardín sea un refugio donde las mariposas puedan prosperar, es importante que proporcione un refugio donde puedan esconderse de los elementos.

Las mariposas dependen de las flores y el follaje a lo largo de sus vidas, por lo que es importante que las elija sabiamente. Es una buena idea elegir una selección de plantas ricas en néctar que florecezcan de primavera a otoño, ya que las mariposas necesitan un suministro constante de alimentos de marzo a octubre. Las mariposas se sienten atraídas por el calor, así que busca un lugar soleado y protegido para tus plantas amigables con las mariposas. Además, tu jardín estará lleno de color la próxima primavera, ¡lo cual siempre es una ventaja!

Para ayudar a la población de mariposas a prosperar, también puedes cultivar en tu jardín plantas que les ayuden a reproducirse. Una parcela de hierba larga es un caldo de cultivo ideal para las mariposas. A las larvas les encanta alimentarse de la ortiga, el acebo y la hiedra a medida que crecen.

Si tienes la enorme suerte de disponer de un jardín o patio en la planta baja, convierte pilas de materiales de jardín no deseados en hábitats naturales para insectos y pequeños mamíferos. Reserva un rincón de tu jardín para apilar ramitas y troncos de distintos tamaños, cañas de azúcar y bambú, rocas y ladrillos huecos, y conviértelo en un hotel de insectos [+].

Esta es una forma simple y extremadamente rentable de introducir una mayor diversidad de vida silvestre en tu jardín. Además, no necesita mantenimiento en absoluto, ¡ni siquiera una gota de agua! Simplemente déjalo en el suelo y deja que los insectos se refugien y prosperen.

Puedes asegurarte de que haya mucho refugio plantando árboles, arbustos y tal vez incluso un seto si tienes espacio. Los setos son mejores que las paredes o las cercas para el perímetro de tu jardín, lo que permite que animales más grandes, como los erizos entren y salgan a su antojo. Los setos también tienen cualidades de absorción de sonido para bloquear molestos vecinos y hacer sitios de anidación ideales para las aves.

Ayuda a la vida silvestre

Si tienes una parcela de tierra o jardín con césped, o incluso una maceta grande que puedas usar en un balcón, llena tus espacios abiertos con una variedad de plantas, flores y hierbas amigables con la vida silvestre. El acebo, el espino y el tejo son fantásticos arbustos y árboles para incluir en tu jardín, proporcionando una cobertura combinada de hábitat durante todo el año. Al igual que con la naturaleza misma, el secreto del éxito es la variedad. Cuantos más arbustos fructíferos (como grosellas negras y moras) y flores ricas en néctar puedas introducir, más diversa será la vida silvestre que atraerás.

En los balcones, la mejor opción es usar helechos, hiedra rastrera y arbustos de acebo más pequeños que pueden mantenerse y podarse regularmente para evitar el crecimiento excesivo. Puedes usar contenedores profundos para arbustos más pequeños, la mayoría de los cuales serán adecuados para áreas de sombra y viento limitado. Asegúrate de fijar bien las macetas al suelo, usando cuerdas o soportes pesados ​​para evitar daños causados ​​por el viento.

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Planta diversidad

¿Hay algo más hermoso que un jardín lleno de flores? Las abejas, las mariposas y otros polinizadores dependen de una buena variedad de flores ricas en polen para prosperar durante todo el año, por lo que es mejor cultivar plantas con diferentes períodos de floración para asegurarse de que nunca pasen hambre. Intente también incluir plantas con diferentes colores, tamaños e incluso formas, ya que por ejemplo las diferentes variedades de abejorros tienen lenguas de diferentes longitudes adaptadas a diferentes tipos de flores. Consulta cuáles son las variedades locales más apropiadas.

Pero ¿qué pasa con la tierra donde no se puede cultivar? En suelos más pobres se pueden plantar árboles para proporcionar fruta, frutos secos, madera y para mejorar el paisaje. Los árboles también brindan un servicio valioso al encerrar el carbono que eliminan de la atmósfera durante la fotosíntesis. Los bosques almacenan más carbono que cualquier otro tipo de ecosistema vegetal, ya sea por encima o por debajo del suelo.

Cuidar el césped. Si no puedes soportar un césped sin cuidados, los ingredientes de los armarios de la cocina, como el vinagre, la sal, el agua hirviendo y el bicarbonato de sodio, se pueden usar para matar de hambre, deshidratar y destruir las malas hierbas y las plantas problemáticas, mientras que la harina de maíz actúa como un herbicida orgánico.

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Alimenta a los pájaros

Atraer pájaros a tu jardín no sólo es una excelente manera de mantener a raya a las plagas, sino también una gran manera de relajarse y descansar mientras los escuchas y los observas revolotear. La mejor manera de cuidar a las aves es complementando los alimentos disponibles naturalmente con alimentos para aves. Los alimentadores de semillas colgantes son la opción más popular, ya que atraen a petirrojos, jilgueros, gorriones, etc.

Las semillas de Níger atraerán hermosos jilgueros y los cacahuetes atraerán estorninos y pinzones. Los mirlos y otros zorzales prefieren alimentarse de alimentos dispersos en el suelo, mientras que los medios cocos caseros y los conos de pino cubiertos con sebo vegetal ayudarán a mantener a las aves gordas y calientes durante el invierno. Recuerda mantener limpios los comederos y las mesas para que las aves se mantengan sanas y libres de enfermedades, y coloque sus comederos lejos de los arbustos donde los depredadores podrían estar esperando para saltar.

Fauna en zonas urbanas

No es necesario vivir en el campo para ayudar a las aves, abejas e insectos a prosperar. La naturaleza está en todas partes, y el jardín o balcón más pequeño aún puede ayudar a la fauna local a mantenerse nutrida.

Planta una caja de ventana con plantas ricas en néctar como lavanda, cebollino, tomillo, mejorana, etc. Cuelga comederos para pájaros en las ventanas, coloca una caja para pájaros en la pared y haz un hotel para abejas en el balcón para proporcionar un hogar a las abejas e insectos urbanos.

Considera tu zona. Diferentes variedades de animales son nativas de ciertas áreas, por lo que es una buena idea averiguar cuáles son probables que vivan cerca. Luego, puedes averiguar qué plantas las atraerán y qué tipo de alimentos necesitan en cada etapa de su desarrollo.

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Mantenlo hidratado

El suministro de agua dulce es uno de los mejores regalos para ofrecer vida silvestre local: durante el calor del verano y la helada invernal, cuando el agua es más difícil de acceder.

Un plato de agua limpia y fresca mantendrá a las aves, las abejas y los mamíferos hidratados, pero si tienes espacio, ¿por qué no construir tu propio estanque de jardín? Incluso un pequeño estanque puede ser el hogar de la vida silvestre local, incluidas libélulas, ranas, tritones, pájaros, erizos y murciélagos. Tan ancho como un lago o tan pequeño como balde para lavar platos: todo lo que necesitas es un rollo de forro, algunas plantas y una rampa para asegurarte de que los animales puedan entrar y salir. No solo crearás un precioso objeto característico para tu jardín, sino que la afluencia de vida silvestre ayudará a mantener bajos los números de plagas y enriquecerá aún más su ecosistema local.

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Mantenlo acogedor

Desde las soñolientas tardes de verano hasta las hibernaciones de invierno, toda la vida silvestre necesita refugio para mantenerse abrigada y protegida. Intente plantar uno o dos arbustos alrededor de los bordes de su jardín como lugar de anidación para las aves, y deje un rincón salvaje para que se escondan los insectos y los pequeños mamíferos.

Un montón de compost es un gran lugar de hibernación para los erizos, o puedes comprar/frabricar una casa de erizos para su escondite perfecto de invierno. Los erizos también se beneficiarán de un agujero del tamaño de un CD en el fondo de su cerca para que puedan pasar a otros jardines.

Estos mamíferos puntiagudos han sufrido una gran disminución en las últimas décadas, principalmente debido a los productos químicos del jardín, la pérdida de hábitat y la falta de territorio suficiente para explorar, lo que los obliga a tomar caminos peligrosos. Intenta alentar a sus vecinos a crear espacios para la vida silvestre y conectarlos para crear un hermoso corredor de vida silvestre en su vecindario local.

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Planta flores silvestres

Los prados de flores silvestres son algunas de las áreas de belleza natural con mayor biodiversidad. Rica en hierbas silvestres, estas áreas están cubiertas con una variedad saludable de flores polinizadoras, que dan vida a los hábitats locales que las rodean. De manera devastadora, se estima que un porcentaje muy alto de nuestros prados de flores silvestres han desaparecido, para ser reemplazados por monocultivos intensivos.

Aquí es donde entras. Si plantas una variedad de flores silvestres y pastos, puedes ayudar a imitar los beneficios ecológicos que afirman la salud de los pastizales silvestres. Ofrece tu jardín, ventana o balcón a una mezcla de plantas perennes herbáceas (como la lavanda), anuales (como las margaritas y begonias) y bienales (incluidas las malvarrosas), que florecen en diferentes momentos del año, proporcionando un suministro anual continuo de néctar y diversidad. Buddleia, lila y orégano también son plantas muy hermosas que atraen mariposas.

Si tienes espacio en tu jardín, o una maceta particularmente grande para un balcón, planta una variedad de semillas mixtas. Esto ayudará a atraer una diversidad de insectos y proporcionará un hábitat para una amplia variedad de animales.

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Cultiva tu propia comida, incluso si no tienes jardín.

Analicemos cómo se cultivan la mayoría de los cultivos hoy día: las semillas se insertan en suelos fertilizados artificialmente y sobrecargados, sin nutrientes debido a la sobre-explotación y la falta de una rotación adecuada de los cultivos. A medida que estos cultivos brotan y crecen, la pulverización repetida de pesticidas y herbicidas acaba con los intrusos y hervíboros no deseados. Estos contaminantes de base química a menudo terminan siendo absorbidos por las raices y hojas porosas del cultivo.

Luego, después de la cosecha, los cultivos se analizan y clasifican. Hasta el 40% de la cosecha se considera inaceptable para tiendas o supermercados y se vuelve a tirar al suelo o se deja pudrir. Añade la contaminación del agua y el aire por los pesticidas, la pérdida de hábitats naturales para la actividad humana y la cantidad bruta de gases de efecto invernadero producidos, y tu vegetal cultivado a gran escala ya no parece tan atractivo, ¿verdad?

Tanto la jardinería/horticultura vegana como la ecológica apoyan también un movimiento más amplio denominado ‘Grow Your Own’, que nos alienta a cultivar (y comer más) nuestras propias frutas y verduras.

Llevando una alimentación 100% vegetal, cultivar tus propias verduras puede ahorrarte mucho dinero, además de reducir tu huella de carbono y proporcionarte una satisfacción extra al disfrutar de unos productos que tú mismo has obtenido de manera limpia, saludable y ética.

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Para los de ciudad

¿Puede haber algo más gratificante que asar tu propias zanahorias, cosechar tus fresas cultivadas a mano y devorar una ensalada fresca cultivada en tu propia parcela comunitaria?

Cada vez más habitantes de ciudad se están acostumbrando a cultivar su propia comida, utilizando espacios únicos y poco ortodoxos, como tejados, terrenos abandonados, etc.

Además de los enormes ahorros que se obtienen, encuentras que la calidad del sabor es superior a cualquier cosa que compres en los principales supermercados. 

La excusa de que muchos de nosotros simplemente no tenemos el tiempo ni el espacio adecuado es una trampa del entorno de trabajo en el que vivimos. Sin embargo, por poco que sea siempre se puede hacer algo. Coge tu pala y empieza.

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Empezando por lo fácil

Una de las plantas más simples pero vitales para cultivar es, sin duda, cualquier tipo de hierba aromática. Pequeñas, pero poderosas y brillantemente resistentes, las hierbas aromáticas son la respuesta de una persona trabajadora moderna a la autosostenibilidad y al sabor con un mínimo esfuerzo.

La albahaca, el cilantro, el cebollino, la menta, el perejil, el tomillo y el romero son plantas bastante resistentes que requieren una buena fuente de luz y riego cada dos días. Las semillas se pueden comprar online, e incluso puedes usar variedades preparadas en macetas si prefieres no esperar a que crezcan las plantas.

Si usas un espacio de cultivo interior, asegúrate de evitar comprar hierbas que se hayan cultivado en el exterior, ya que el cambio repentino en el ambiente causará la muerte prematura de la hierba.

El recorte regular de las hierbas es esencial para garantizar la longevidad y aumentar su crecimiento, y asegurarse de plantar cada hierba por separado en macetas individuales utilizando tierra para macetas orgánicas siempre que sea posible. Cada maceta debe tener orificios de drenaje adecuados y colocarse dentro de otra maceta más grande, con espacio en la base para permitir que circule el aire, evitando el moho.

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Para los productores en cajas de ventana

Las cajas de ventana son excelentes para pequeñas producciones, y aquellos de nosotros que amamos una ensalada durante todo el año nos deleitaremos con la producción de nuestra propia lechuga y cebolla de primavera. Debe colocarse a la luz solar directa durante al menos 5 horas al día. Elije una maceta de 25 cm de ancho que tenga al menos 25-30 cm de profundidad.

Una vez más, asegúrate de usar compost vegetal para macetas, ya que retiene el agua a un mayor grado de saturación y ayudará a reducir la lixiviación de nutrientes de la planta, y de vez en cuando, enriquece la tierra con un alimento vegetal para reponer los minerales vitales que tu planta está utilizando para crecer.

Los cultivos perfectos para cajas de ventana incluyen cualquier forma de planta de ensalada, como berros de mostaza, berros, rábanos, rúcula, espinacas, cebolletas y diferentes plantas de ensalada de hojas. Ciertos tipos de pimienta y bayas, como las fresas, también se pueden cultivar con facilidad en una caja de ventana.

Espacio de patio al aire libre

¿No hay un césped verde y exuberante? Invertir en un par de recipientes grandes es una buena opción. La verdad es que no hace falta dedicarle un gran espacio de tu jardín.

Las zanahorias, las papatas y las verduras de raíz crecen excepcionalmente bien en macetas profundas. Incluso puedes improvisar y usar un cubo de basura profundo o una bolsa de grava vacía para contener las verduras mientras crecen. Usa un compost a base de tierra y enriquecelo de vez en cuando con tu propio compost casero o una variedad vegana comprada en la tienda. Asegúrate de permitirles un espacio bien iluminado y regar las plantas cuando lo precisen.

Una parcela o invernadero puede mantener su producción de frutas y verduras frescas durante todo el año. Las legumbres (judías verdes, alubias, habas y guisantes), calabazas y calabacines son excelentes para espacios pequeños, ya que pueden crecer verticalmente. Mientras tanto, las hojas de ensalada, hierbas aromáticas y tomates crecen bien en cajas en balcones y patios. Si te faltan metros cuadrados, un invernadero vertical es una buena opción para ahorrar espacio para cultivar.

Plantación acompañante

La plantación complementaria es una práctica fácil en la que se cultivan plantas complementarias, una al lado de la otra, para que una planta ayude a otra o favorezca su crecimiento. Permite obtener mejores resultados utilizando el poder de la naturaleza y, lo que es más importante, sin productos químicos agresivos. Esta relación mutuamente beneficiosa entre plantas ayuda a repeler las plagas, mejorar la polinización y proporcionar nutrientes.

Por ejemplo, las lechugas, rábanos y otras plantas de crecimiento rápido sembradas entre  melones o calabazas madurarán y se cosecharán mucho antes. Las hojas verdes como la espinaca crecen bien a la sombra del maíz. El crecimiento de los miembros de la misma «familia» juntos aumenta la competencia por los nutrientes del suelo, por lo que es mejor dispersar las cebollas, cebolletas, puerros y ajos en la parcela. Consultar qué variedades son compatibles e incompatibles para plantar juntas.

Anímate!!

Cualesquiera que sean tus habilidades, experiencia o disponibilidad, seguramente habrá un tipo de cultivo que te encante o que mejor encaje con tus necesidades. Lo mejor sería comenzar poco a poco y avanzar. No apuestes por esa calabaza ganadora de premios incluso antes de haber aprendido a sembrar una semilla. Primero, intenta cultivar en interiores, y luego pronto podrás avanzar hacia algo más aventurero.

Cultivar tus propias verduras también es una excelente manera de educar a los/as niños/as u otras personas sobre el valor y la importancia de los alimentos obtenidos de manera ética y ecológica, inculcando un sentido de responsabilidad para con los animales y sus hábitats, además de reconectarnos con la naturaleza y el planeta.

Go vegan.