Quien más, quien menos ha visto, ha comido, … en bares, restaurantes,… algo con el adjetivo “vegetal”: hamburguesa vegetal, sandwich vegetal, pintxo vegetal, bocadillo vegetal,…
Pero, ¿No os ha pasado pedir, por ejemplo, un bocadillo o un sandwich “vegetal” y encontraros con la desagradable sorpresa de que lleva ingredientes de origen animal? Es bastante irritante, además de dejarte con la sensación de que te han engañado.
Cuando comienzas a llevar una alimentación vegetariana (100%) buscas opciones en los establecimientos hosteleros, buscas alternativas en el menú, etc, e inicialmente te fías cuando denominan a su bocadillo (o lo que sea) con el adjetivo “vegetal”. Hasta que pagas la novatada. Con los años pudiera parecer que vas aprendiendo, pero incluso hoy en día caigo alguna vez, y eso que cuando veo algo que pone «vegetal» se me encienden todas las alertas, no me fío, y pregunto y pregunto; por desgracia de vez en cuando te encuentras con alguna persona “poco profesional” que no te informa bién, y caes. Pero incluso despues de repasar los ingredientes, preguntar, etc. etc., en lugar de disfrutarlo le hago la «autopsia» al pedido para no llevarme una sorpresa. Desconfianza aprendida.
Y esta desconfianza se intensifica si hablamos de los pintxos, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de nosotros no los pedimos sino que los cogemos directamente del mostrador, fiándonos de lo que ponga en el cartelito del pintxo, (eso en el mejor de los casos en el que el pintxo lleve cartelito, que en la mayoría de sitios ni eso. Por cierto, quizás otro día hable de por qué los pintxos no están protegidos en los mostradores cuando la ley así lo exige). Y me puedo imaginar lo difícil que es para los turistas que sólo ven o entienden el término “vegetal” en el cartelito, sin imaginarse que por lo visto en su país y en éste, «vegetal» parece no significar lo mismo, y que en su pedido pueda haber algo más que no sea vegetal.
Otra de las situaciones que se dan (que también me ha pasado a mí) es por ejemplo pedir un sandwich vegetal, comprobar que no todo es vegetal, pedir al hostelero que por favor quitara lo que tenga de origen animal, y devolverte un sandwich con una hoja de lechuga y una rodaja de tomate (literalmente!!!), y encima después de comerlo de mala gana, por no montar más «numeritos» en presencia del resto de comensales y amigos, cobrar el sandwich al mismo precio que si fuera completo con todos los ingredientes!!! (5 €)
Personalmente llevo «padeciendo» (al igual que otra mucha gente) situaciones como éstas desde hace ya bastantes años, y especialmente cuando por motivos sociales vas «obligado» a un establecimiento en el que lo más parecedo a una opción vegetariana es algo con el adjetivo «vegetal». En ese momento resoplas y piensas ¿qué me pasará hoy?.
Al principio me resignaba con la “inocentada” pero ahora me indigna bastante, sobre todo cuando preguntas y aún así te engañan, no te dan toda la información, o te responden con una tranquilidad pasmosa : ”sí claro, todo es vegatal: lleva lechuga, tomate, atún, huevo,…”
Entre la publicidad engañosa (en mi opinión) de los productos supuestamente «vegetales» indicados en carteles, menús, etc; y la ignorancia o incompetencia de algunas de las personas que los sirven, muchas veces me he sentido engañado por consumir cosas que no quería, y algunas incluso provocar problemas (leves) de salud por consumir cosas que no debía.
Estas situaciones,
a) son desagradables, sobre todo si eres vegano/a o llevas una alimentación 100% vegetariana.
b) son peligrosas, si tienes algún problema de salud, alergia, etc,… que alguno de los ingredientes «sorpresa» de orgien animal con los que te puedas topar, podría crear o agravar.
c) son un fraude, si pides o compras o pagas una cosa y lo que te dan no se ajusta a lo que querías, sobre todo inducido por una mala publicidad o información.
Aunque para ser justos hay que decir que no todos los establecimientos hosteleros utilizan mal el término vegetal, los hay que lo hacen correctamente y se agradece. Pero por mi experiencia, y para ser justos también, hay que decir que, por desgracia, son una minoría.
Pero ¿por que ocurre esto en este país? (Apostaría que en otros países esto no pasa)
Antes de nada veamos el significado de la palabra “VEGETAL”
Según la RAE: 1. adj. Perteneciente o relativo a las plantas. 2. adj. Obtenido de las plantas. 3. m. planta (ser vivo autótrofo). 4. m. pl. P. Rico. Hortalizas en general. |
Una definición sencilla y de la que se deduce, parece evidente y de sentido común, que algo (en este caso: alimento, plato, menú,…) al que se le añada el adjetivo “vegetal” debiera llevar o estar compuesto SÓLO por plantas o derivados de las plantas. Cualquier cosa que no sea así, o es un error o es un engaño.
Pero es curioso lo extendido que está y la naturalidad con la que se hace un mal uso del término “vegetal” en este sector. Hay que ver la cantidad de sitios que ofertan pintxos, bocadillos, sandwiches, etc «vegetales» con ingredientes «sorpresas» que no lo son.
Incluso muchas veces en dichos alimentos «vegetales» los ingredientes de origen animal son mayoritarios, siendo lo más habitual que el bocadillo, sandwich,… «vegetal» en cuestión lleve atún, pollo, queso, mayonesa, chatka, jamón, huevo, etc, etc. (son incontables las veces que se utiliza el adjetivo vegetal a preparados que, de vegetales, sólo llevan un trocito de lechuga o un rodajita de tomate…)
Me llama mucho la atención como en una carta/menú… al final de un listado de hamburguesas de carne, filetes de ternera, bacon con jamón, pancetas, etc, etc, aparece algo con el adjetivo vegetal en grande, y luego resulta que de vegetal sólo lleva un trocito de lechuga y tomate. ¿Es que algunos piensan que el hecho de poner un trocito de lechuga convierte al resto de ingredientes en vegetales? La lógica y el sentido común dice que no se puede llamar o apodar como vegetal a algo que no lo es, solo por el hecho de acompañarlo de una hojita de lechuga o una rodaja de tomate.
Me parece significativo porque parece que ofrecieran una alternativa dirigida a vegetarianos/as o veganos/as, sin embargo es obvio que ninguna persona de este colectivo consumiría algo así. Entonces, ¿a qué viene ese interés de pasar por vegetal algo que no lo es? ¿Para ver si alguien pica y hacer caja?
O tal vez ¿Acaso se quiere dar a entender que algo a lo que se pone el adjetivo vegetal es un alimento saludable?. Quizás sea más saludable que sus compañeros cárnicos del menú, pero no por ello tiene por qué ser saludable, sólo por empeñarse en llamar «vegetal» a algo que lleva pescado, huevo,…. Incluso, como ya he dicho, podría provocar problemas de salud a personas con ciertas afecciones (alergias, intolerancias,…)
Ni siquiera las grandes cadenas de comida rápida (Mc…), identificados socialmente con la comida basura, tienen la desfachatez de apodar como “vegetales” a sus hamburguesas (por ejemplo, de pollo) por el hecho de ponerles un poco de lechuga y tomate. Al contrario que muchos otros establecimientos, supuestamente mejor considerados, que no dudan en llamar al mismo producto: hamburguesa vegetal de pollo (por ejemplo) quizás en un intento de querer hacerlo más saludable (aunque sea psicológicamente).
¿Qué supone para el establecimiento y para el consumidor una mala utilización del término “Vegetal”?:
Si es un descuido, un error, (tipográfico, imprenta,…), no pasa nada, se corrige y listo.
Si no es un error y ocurre sin mala intención, parece indicar, la desinformación del responsable o del personal del establecimiento, un seguidismo de una costumbre no analizada ni actualizada, o haber recibido una formación desfasada. En cualquier caso, además de una perdida de confianza, no creo que se ofrezca una buena imagen del local ni de sus responsables y empleados. Pero es algo fácilmente corregible si hay buena disposición.
Pero si no es un error y se hace intencionadamente, es decir, se hace con ánimo de lucro, con el objetivo de llegar a más clientes que de otra manera no adquirirían ese alimento, en este caso parece que estaríamos hablando de FRAUDE, de ENGAÑO; es decir, se oferta algo que no corresponde con su denominación, y además se cobra por ello. (Es evidente por ejemplo que un vegetariano no pediría un “bocadillo de atún con lechuga y tomate”, pero si el mismo bocadillo se oferta con el nombre de “bocadillo vegetal” es más fácil que alguien que en ese momento quiera comer sólo vegetal lo pida por error, al ocultar en la denominación que lleva atún). En estos casos intencionados, si el cliente se siente engañado, la repercusión puede ser mayor, verbalmente o legalmente.
Estas situaciones, entre otras consecuencias, pueden generar:
– Daño económico: cobran al consumidor por algo que no es lo que dice ser. Incluso algunos, en un afán de subsanar la situación, despojan al alimento de los ingredienes no vegetales (como ya se ha dicho, a veces dejando por ejemplo un sandwich con sólo un trozo de lechuga y de tomate entre pan y pan) pero cobran lo mismo que si tuviera todos los ingredientes.
– Daño en la salud: un cliente confiado puede ingerir, sin saberlo, alimentos o ingredientes no vegetales, includos en el preparado “vegetal”´solicitado, que pudieran ser perjudiciales para su salud.
– Conflicto entre hostelero y consumidor: por las sensaciones y emociones negativas que pueden generar en el engañado/a
Todo lo cual puede llevar a una mala imagen, enfados, reclamaciones, denuncias, etc. etc., y desde luego no es nada positivo para la hostelería, para el establecimiento en cuestión, ni para el cliente / consumidor.
Y ¿qué dice la ley?
¿Es legal o cumple la normativa la utilización del adjetivo «vegetal» por parte de la hostelería, de un negocio/empresa, comercio, etc. para vender/servir sus productos/alimentos (hamburguesa vegetal, bocadillo vegetal, sandwich vegetal, etc), aun sabiendo que llevan ingredientes de origen animal? ¿Es un engaño al consumidor poner «vegetal» a un producto cuando en su conjunto o en parte no lo es? ¿Se puede publicitar/etiquetar algo así (en la publicidad de los establecimientos, en las cartas/menús,…)?
Relacionado con esto, ¿se pueden vender los productos elaborados (ya sean comprados o hechos en el propio local), ya sean vegetales o no, (platos de comida, hamburguesas, bocadillos, tapas,…) en bares, restaurantes,… sin especificar los ingredientes?.
Veamos qué dice la ley.
Comentaré esta cuestión desde dos aspectos:
A) la regulación del uso del termino “vegetal”
La información alimentaria facilitada a los consumidores se encuentra regulada por el Reglamento europeo 1169/2011. En dicho reglamento se establecen los requisitos que debe aparecer en las etiquetas y publicidades de los alimentos. Si bien en cuanto a la utilización de la denominación de producto “vegetal” no se encuentra regulada específicamente por lo que cada operador (restaurante, fabricante, etc) opta por lo que más le interese.
No obstante el Reglamento es claro en cuanto a que se debe ”velar por que los consumidores estén bien informados”, “ofrecer a los consumidores una base para poder elegir los alimentos que consumen”, “…informaciones más comprensibles”, “…las etiquetas deben de ser claras y comprensibles”, “…la información no debe inducir a error sobre las características del alimento”, etc, etc., tal y como se indican, por ejemplo, en los siguientes extractos del reglamento:
Considerandos:(1) … la Unión debe contribuir a lograr un alto nivel de protección de los consumidor(3) Para lograr un alto nivel de protección de la salud de los consumidores y garantizar su derecho a la información, se debe velar por que los consumidores estén debidamente informados respecto a los alimentos que consumen. Las decisiones de los consumidores pueden verse influidas, entre otras cosas, por factores sanitarios, económicos, medioambientales, sociales y éticos.(4) … un principio general de la legislación alimentaria es ofrecer a los consumidores una base para elegir con conocimiento de causa los alimentos que consumen y evitar cualquier práctica que pueda inducir a engaño al consumidor.(9) El presente Reglamento sirve … a los intereses de los ciudadanos, ya que establece la obligación de etiquetar los alimentos de forma clara, comprensible y legible.(17) La consideración principal para exigir la obligatoriedad de la información alimentaria debe ser que los consumidores puedan reconocer y hacer un uso adecuado de los alimentos, así como tomar decisiones que se adapten a sus necesidades dietéticas individuales….(20) La legislación sobre información alimentaria debe prohibir el uso de información que pueda inducir a engaño al consumidor, en especial en cuanto a las características de los alimentos o sus efectos o propiedades, o atribuir propiedades medicinales a los alimentos. Para ser eficaz, dicha prohibición debe extenderse a la publicidad y la presentación de los alimentos.(26) Las etiquetas de los alimentos deben ser claras y comprensibles para ayudar a los consumidores que deseen tomar sus decisiones respecto a la alimentación y la dieta con mayor conocimiento de causa. …Art. 1.3 El presente Reglamento … Se aplicará a todos los alimentos destinados al consumidor final, incluidos los entregados por las colectividades y los destinados al suministro de las colectividades.… «colectividades»: cualquier establecimiento (incluidos un vehículo o un puesto fijo o móvil), como restaurantes, comedores, centros de enseñanza, hospitales y empresas de suministro de comidas preparadas, en los que, como actividad empresarial, se preparan alimentos listos para el consumo por el consumidor final;Art. 3,1 La información alimentaria facilitada perseguirá un nivel de protección elevado de la salud y los intereses de los consumidores, proporcionando una base para que el consumidor final tome decisiones con conocimiento de causa y utilice los alimentos de forma segura, teniendo especialmente en cuenta consideraciones sanitarias, económicas, medioambientales, sociales y éticas.Art. 7.1 La información alimentaria no inducirá a error, en particular: a) sobre las características del alimento y, en particular, sobre la naturaleza, identidad, cualidades, composición, …Art. 7.2 La información alimentaria será precisa, clara y fácil de comprender para el consumidor.… |
En base a esto parece claro que la denominación genérica “vegetal” en alimentos que incluyen ingredientes cárnicos, pescado, etc, bordea el límite legal, ya que puede confundir sin lugar a dudas al consumidor. Y aunque no esté regulado específicamente, esta confusa manera de utilizar el término “vegetal” parece ir en contra del espíritu general del reglamento y de la intención del legislador (y por supuesto, del interés del consumidor).
B) la regulación de la información sobre ingredientes y alérgenos.
Mientras que los productos envasados que se pueden adquirir en tiendas o en máquinas de vending, sí están obligados a aportar información sobre la lista de ingredientes (aparte de los obligados alérgenos), desde el punto de vista de venta de alimentos no envasados, comida, etc, a nivel de hostelería, no están obligados a la declaración de la lista de ingredientes, solo están obligados a declarar la presencia de alérgenos (gluten, crustáceos, huevo, pescado, cacahuete, soja, leche, apio, frutos de cascara, mostaza, sésamo, sulfitos, altramuces, moluscos,… ver listado completo más abajo (*)). Por lo tanto a nivel de consumidor y a falta de más información, en este último caso, es difícil interpretar si el producto en cuestión es o no 100% vegetal.
Los alimentos no envasados son aquellos que se presentan al consumidor final sin un envase para su venta directa o consumo inmediato.
Se incluyen dentro de esta definición: -Los productos que se envasan en el momento de la compra a petición del consumidor final. |
Desde 2014, es de aplicación la normativa antes mencionada de etiquetado (salvo el artículo 9, apartado 1, letra l), que será aplicable a partir del 13 de diciembre de 2016) por la cual todas las empresas alimentarias tienen la obligación de facilitar la información sobre ingredientes alergénicos empleados en los alimentos vendidos o suministrados por ellas. Estos requisitos también son aplicables a los establecimientos que venden alimentos a granel, como supermercados, restaurantes, establecimientos que venden comida para llevar, etc… incluídos vehiculos o puestos fijos o móviles.
La información estará fácilmente accesible antes de realizar la compra y nunca supondrá un coste adicional. Existen diferentes formas de facilitar la información a los consumidores:
De forma escrita:
-Con carteles próximos a los alimentos.
-En las cartas de los menús, el cartelito en los pintxos…
-Con indicaciones del lugar donde se encuentra la información sobre alérgenos. Éstos pueden ser: Fichas de producto, Recetas, Etiqueta de un ingrediente.
De forma oral con personal específico:
-Con personal perfectamente informado.
-Requiere de cartel con indicación de que puede dirigirse al vendedor para obtener la información.
-Deberá estar apoyada con documentación escrita.
En 2015 se aprobó el Real Decreto 126/2015 cuyo objetivo es el de desarrollar los requisitos específicos de la información alimentaria de los alimentos sin envasar. Este Real Decreto indica que se podrá facilitar la información sobre alérgenos de forma oral, siempre y cuando el establecimiento aporte dicha información por escrito (ficha técnica, menú, etc.) o en formato electrónico siempre que el consumidor lo solicite.
El Reglamento obliga a todas esas colectividades a indicar en cada plato o preparación alimentaria sus correspondientes alérgenos (Ver debajo el listado aprobado y publicado (*) sobre alérgenos de obligada información), lo cual no sólo es imprescindible para que personas con intolerancias y/o alergias puedan consumir en estos establecimientos sin riesgo para su salud, sino que en el caso de vegetarianos y veganos podría ayudar a conocer los ingredientes de cada plato (en relación, por ejemplo, al contenido de huevo, lácteos, pescado y crustáceos,…), y actuar en consecuencia. Aunque esto último no es del todo fiable, ya que en el tema que nos ocupa en cuanto a la utilización del término “vegetal”, hay alimentos o ingredientes de origen animal que se usan y no están incluídos en el listado de alérgenos, por lo que no estarían obligados a indicarlo (por ejemplo, todos los productos cárnicos: incluído jamón, pollo, aves,etc.; gelatinas de pescado, lactosueros, etc).
(*) LISTADO DE SUSTANCIAS O PRODUCTOS QUE CAUSAN ALERGIAS O INTOLERANCIAS (según el reglamento europeo 1169/2011 en vigor, y de los que hay que informar obligatoriamente)1.Cereales que contengan gluten, a saber: trigo, centeno, cebada, avena, espelta, kamut o sus variedades híbridas y productos derivados, salvo:
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Y ¿qué hacen las autoridades?
¿Se realizan inspecciones regularmente o sólo cuando hay alguna denuncia, o cuando ocurre algo que trasciende a los medios de comunicación? ¿se comprueba la información o denominación de los alimentos en la publicidad interior o exterior del establecimeinto?
Soy un optimista y doy por hecho que se realizan inspecciones. Aunque mucho me temo que en el tema que nos ocupa se mira hacia otro lado y no se hace nada, de lo contrario no estaría tan extendida esta práctica.
De todas formas deberíamos exigir a las autoridades que se realicen más inspecciones, y que esas inspecciones sean completas, incluído tanto el tema que nos ocupa (uso del término vegetal y la información sobre ingredientes) como otros relacionados con la seguridad y salud del consumidor (por ejemplo, entre otros muchos, limpieza e higiene en la manipulación de alimentos, la protección de los pintxos en los mostradores,…).
¿Qué podemos hacer nosotros?
En el caso que nos ocupa, si nos sentimos engañados, o hemos sido víctimas de una mala praxis, o hemos tenido problemas de salud, o un conflicto de consumo, etc., al comprar o consumir alimentos de orgien animal cuando pensábamos que eran de origen vegetal, como consecuencia de una mala publicidad o haber recibido una mala o incompleta información, podríamos hacer lo siguiente:
1) Dialogar
Personalmente, mi primera opción sería intentar relajarse, armarse de paciencia y explicarle al/la dueño/a (o empleado/a responsable) el problema que vemos o hemos tenido, las consecuencias que ha tenido en nosotros, el significado y uso apropiado del adjetivo vegetal, la responsabilidad que pueda tener, etc., esperando, a veces ingénuamente, que nuestra aportación sea bien recibida y tenida en cuenta para su corrección y compensación (si fuera el caso).
2) Reclamar
Si con la primera opción no hemos conseguido nada, el responsable sigue en sus trece, o ha habido daño o perjuicio (en nuestra salud, económico,…), o si además de lo dicho en el punto anterior queremos dejar constancia escrita y tenga repercusión legal, la segunda opción que se me ocurre es poner una RECLAMACIÓN, en el mismo establecimiento o en alguna oficina de información al consumidor, rellenando para ello la hoja de reclamaciones, argumentando un incumplimiento del reglamento sobre información alimentaria al consumidor, tal y como se ha comentado anteriormente.
(Adjunto dejo un enlace a un post anterior que explica cómo hacerlo: ¿Cómo poner una reclamación, queja o denuncia?)
3) Comentar / Calificar
Otra opcion que últimamente se está generalizando, está cobrando bastante importancia, y que los responsables hosteleros, empresas,etc., están teniendo cada vez más en cuenta, sería utilizar y dejar un comentario en las páginas web dedicadas a recopilar comentarios de los usuarios de los diferentes servicios, como por ejemplo:
– Tripadvisor
– Foursquare
– Yelp
– …
Para ser justos también es interesante dejar comentarios cuando lo hacen bien.
4) Asociarse
Dar a conocer lo hechos que creamos abusivos o injustos relacionados con el consumo vegano/vegetariano a las asociaciones de veganxs/vegetarianxs, para dar mayor repercusión e impulsar, como colectivos, la corrección de estas situaciones. En su defecto, darlo a conocer a las asociaciones de consumidores ya establecidas. (En Euskadi:
EKA/APCUV, EHKB/UCE, EKE/FCE; Estatales: OCU, FACUA)
(Quizás no estaría mal la creación de una asociación de consumidores veganxs/vegetarianxs, para defensa de los mismos ante conflictos de consumo que tengan que ver con el veganismo/ vegetarianismo).
5) Compartir
Por último, la opción que ya se utiliza frecuentemente son las redes sociales y el “boca a boca”, para compartir las experiencias de cada uno/a y desahogarnos.
Paralelamente, está en nuestras manos, individualmente o colectivamente, exigir a las autoridades: a) que aumenten las inspecciones y que sean más rigurosas para evitar engaños, fraudes, etc; y b) que legislen para que sea obligatorio el informar de todos los ingredientes de los alimentos no envasados (no sólo los incluidos en el listado de alérgenos), por los medios más adecuados en cada caso.
Ofreciendo alternativas:
Y como no todo va a ser quejarse o poner a caldo el establecimiento, con espíritu constructivo se pueden dar unas pautas o ideas para evitar todo este desaguisado, ir corrigiendo situaciones confusas, e ir creando conciencia:
a) Cambiar o dar ideas para cambiar la denominación de sus productos por otros más lógicos o que generen menos confusión. Por ejemplo:
– «Bocadillo/sandwich de ensalada mixta», en lugar de bocadillo/sandwich vegetal; cuando lleven vegetales (lechuga, tomate, espárragos, hojas verdes…)+ huevo, atún,… (ingredientes típicos de una ensalada mixta).
– «Bocadillo/sandwich de pechuga (de atún, de bacon,…) con lechuga y tomate», en lugar de bocadillo/sandwich vegetal con pechuga (con atún, con bacon,…)
– Etc,..
b) Proporcionar información a estos establecimientos, o sugerirles direcciones web, etc,… donde puedan informarse y recoger ideas o alternativas, tanto para denominar sus productos como para obtener más maneras de crear u ofertar productos 100% vegetales. (páginas de recetas o gastronomía vegetariana, otros establecimientos que lo hacen correctamente y sirvan de referencia o ejemplo,…)
Conclusión:
Actualmente, como consumidores tenemos derecho a obtener una información clara y sin ambigüedades, y eso incluría la correcta utilización del término «vegetal», así como a solicitar la información sobre ingredientes/alimentos que puedan causar alergias y/o intolerancia (Aunque sería recomendable aumentar el listado (*) de alérgenos, incluyendo legumbres, carnes, frutas y verduras).
Por otra parte, sería interesante y recomendable informar y etiquetar TODOS los ingredientes (tanto si producen alergias como si no) de los alimentos (tanto envasados como no envasados). Está claro que el conocer TODOS los ingredientes en alimentos proporcionaría una información clara y transparente, y ayudaría al consumidor a comprobar, por una parte, el orígen animal o vegetal de los mismos, y por otra parte, posibles ingredientes perjudiciales para el consumidor; y en consecuencia a tomar una decisión sobre su consumo o compra.
En fín, a ver si despues de todo esto, y con un poco de activismo y concienciación, poco a poco, van desapareciendo del espectro hostelero estas “erroneas” denominaciones y todos contentos: hosteleros y consumidores.
Mientras, puesto que en este país parece no haber consenso en lo que se quiere decir con el uso del adjetivo «vegetal», y puesto que hay ingredientes exentos de obligada mención, la precaución aconseja seguir preguntando. Suerte!
Información complementaria:
Entiendo tu punto de vista, aunque no lo comparta, yo como hostelero te diré que no es un tema de desinformación al cliente por parte del hostelero, quizá sea más bien una desinformación e incultura del cliente por no ser capaz de leer una carta o pedir que su bocadillo vegetal no le pongan pescado, ya que el bocata se llama así y en todo restaurante, bar, o negocio de alimentación este bocata lleva siempre atún, se llama así, lleva atún, deja de hacerte el ofendido y pide opciones veganas que hoy en día las hay a patadas o ten la suficiente personalidad para pedir un bocata vegetal sin atún.
La incultura es de quien usa mal la palabra «vegetal» y no quiere evolucionar. No importa que se haya desde siempre, es incorrecto.